Hace falta entrar en su fantasía y comerse ese helado imaginario o actuar como si fuéramos auténticos indios. Su tiempo de juego ha de tener un hueco inamovible en nuestro horario, convirtiendo ese rato en una aventura intensa donde no haya tiempo para las prisas. Entra en su mundo y déjate arrastrar por su lógica y fantasía infantil, en vez de pretender que nuestro hijo salga de él para acomodarse a la realidad de los mayores. Pero a veces esa imaginación puede tener sus pequeños inconvenientes, y es en esos momentos cuando los padres debemos intervenir: 1. Aprovecha los momentos en los que no se encuentra jugando para hablar con el niño sobre cosas reales que cuente cómo se lo pasa en el colegio, cómo son sus amigos, etc. Cuando cambie de tema y comience a hablar de monstruos, síguele la corriente. Para superar algunos miedos causados por su fantasía, hemos de explicarle las razones. Por supuesto, nada de burlarnos de ellos. Es normal que inventen amigos o situaciones imaginarias.
Por eso, nos gustaría proponer que la anticipación y el entusiasmo que conlleva la planificación de viajes podrían anatomía el remedio para la tristeza de los viajes. La respuesta simple es de seis meses a un añada, idealmente. Así que ahora es probablemente el mejor momento para considerar las siguientes preguntas: Y, por supuesto, nos encantaría empezar a hablar sobre cómo hacer realidad tus fantasías de safari. Foto de: Lauren Bath Un safari también es una oportunidad para grabar sobre la cultura africana. La conservación no puede existir sin el turismo. Proporciona fondos muy necesarios para las actividades de conservación mediante la concepción de ingresos.