Esa fuerza poderosa es el impulso sexual. El deseo de tener relaciones sexuales es algo que Dios creó dentro de nosotros. No es sucio ni malo. El deseo sexual fue idea de Dios—no nuestra. El creó esas hormonas dentro de nosotros que hacen que el sexo opuesto nos atraiga. Las relaciones sexuales, como las diseñó Dios, son hermosas. El impulso sexual no es pecaminoso, pero Dios nos dice que debemos controlar ese deseo. El ha declarado muchas veces en la Biblia que debemos mantenernos puros y debemos guardar nuestro cuerpo para la persona con la que un día nos casaremos.
Mi tarde como voyeur en la fiesta de las dominatrix con sus esclavos Hace unos días, me hablaron de una novedosa alternativa en las redes sociales que hasta la fecha desconocía. Algo que no imaginaba que pudiera existir. Hablamos de los Tinder para cristianos, una exótica forma de aovar en contacto entre sí a personas que quieren casarse y vivir bajo los valores de la religión. Casarse y tener hijos. Después de meditarlo con algunos de mis compañeros, decidí que no había otra opción que probarlo directamente. Comprobar yo mismo su existencia, su funcionamiento, cómo se comunican entre sí los miembros de levante pequeño ecosistema, qué es lo que buscan. Una misión que cumplir: infiltrarme para conocer este pequeña fauna. Agenciárselas, en definitiva, a alguien con quien casarme. El logo de la laboriosidad tiene forma de pez.
Nos eligen todo. Adosado en nuestras salas, amistades. Alic. Energía en acción. Aplicacion para.